Las tasas de mortalidad han empezado a crecer en las regiones más envejecidas y se dispararán en las próximas décadas, lo que supondrá la pérdida de las transferencias generadas por las pensiones
Las tasas de mortalidad han empezado a crecer en las regiones más envejecidas y se dispararán en las próximas décadas, lo que supondrá la pérdida de las transferencias generadas por las pensiones