Hay una España vacía en la que vive un puñado de españoles, pero hay otra España vacía que vive en la mente y la memoria de millones de españoles (Sergio del Molino)
Asisten indefensos cómo la mortaja del abandono planea sobre su pueblo. El silencio retumba en los intersticios de las viviendas derruidas. La vegetación ciega los senderos por donde no hace muchos años, hombres, mujeres y animales trazaban su existencia.
Tal vez un gato deambula en busca de un hálito de vida; un perro espera que su dueño regrese del cementerio donde se fue hace algún tiempo; ancianos sentados en el atrio de la iglesia sorben las últimas bocanadas de sol antes de encerrarse en la casa que ha sido su vida y el hogar de varias generaciones.
Ya no hay olor a pan recién cocido en el horno de barro y adobe, ni los chorizos y morcillas gotean su miel; tampoco cuelga en la despensa ese jamón elaborado con ilusión desde aquel lechón que nació hace un año y se convirtió en seguro de vida y alimento en esas duras jornadas de invierno.
En tantos y tantos pueblos de la geografía española cae sin piedad aquella lluvia amarilla que relató con gran precisión Julio Llamazares. Hay cientos de Ainielles que soportan la desesperanza, a la espera de que alguien les envíe tal vez al purgatorio donde se purifiquen sus carencias y consigan la resurrección
Es el fenómeno de la despoblación. Dicen las estadísticas que en los próximos años desaparecerán del mapa municipal algo así como 1.840 pueblos por falta de habitantes. Dicho de otro modo, que cerca del 23% de los municipios dejará de existir. O lo que es lo mismo, que una de cada tres localidades con menos de mil habitantes habrá desaparecido.
Son números, fríos y gélidos. Necesarios para concienciar tanto a los responsables políticos como a una ciudadanía que ha visto en los pueblos, en su retorno, debido a las circunstancias especiales en las que estamos viviendo, una vía de escape o salvación.
No cabe duda que la sociedad ha tomado conciencia del problema. El pasado 31 de marzo de 2019, dos meses antes de las últimas elecciones generales, una gran manifestación se celebró en Madrid: “Revuelta de la España Vaciada”, donde todos los partidos políticos coincidieron en la necesidad de tomar medidas ante lo que supondría sin lugar a dudas una tragedia social y humana.
Más de 120 Plataformas o colectivos integran el movimiento denominado España Vaciada, que representan el 70 por ciento del territorio español. La lucha contra la despoblación y el reequilibrio social, territorial, económico y demográfico de la España rural, se ha convertido definitivamente en una cuestión de estado.
En el mes de abril, la Coordinadora de la España Vaciada, enviaba al Presidente del Gobierno una carta detallada con cada uno de las cuestiones que tenían que ser abordadas de manera urgente para tratar de paliar lo que significaba un reguero de destrucción de esa España rural, que tanto juego político estaba rentando. En ese listado figuran asuntos tan básicos como: la sanidad, la educación, las infraestructuras, los servicios sociales, las telecomunicaciones, entre otros.
Resultan significativas las declaraciones de Tomás Guitarte, diputado por Teruel Existe: “En algunas regiones de la España vaciada, la densidad de población es inferior a 2 habitantes por kilómetro cuadrado. La población total se considera en torno a los seis millones de habitantes, en un territorio que alcanzaría el 80 por ciento del país”
En términos globales podemos decir, que esos 1840 municipios amenazados con la pronta desaparición que citábamos hace unas líneas, presentan las características más duras para la subsistencia: tan solo 110 habitantes de promedio, las densidades de población más bajas, sólo 4,3 habitantes por kilómetro cuadrado. Y un dato mucho más esclarecedor si cabe: las edades medias oscilan en torno a los 60 años y un 45 por ciento de sus habitantes han pasado ya la barrera de los 65 años. Datos extraídos de un estudio elaborado hace dos años por el profesor Joaquín Recaño del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta situación, continúa dicho estudio, se agrava en las Comunidades circundantes a Madrid: Castilla La Mancha, Castilla León, Aragón y La Rioja.
Aprovechando la palabra más utilizada en la actualidad, podemos asegurar que este fenómeno se está extendiendo como una pandemia sobre todo el territorio nacional. No podemos obviar que las pequeñas y medianas ciudades, capitales de comarca, también sufren el fenómeno, ya que no pueden alimentarse en términos demográficos de esas emigraciones interiores. “Simplemente, porque no quedan habitantes para emigrar; tan solo los muy mayores que en los últimos años de su vida acabarán en residencias situadas en las capitales de las comarcas”, escribe Carlos Sánchez en un minucioso análisis del estudio mencionado por el profesor Joaquín Recaño, en elconfidencial.com.
Si hay un personaje que ha destapado y visualizado las miserias de este asunto, ha sido el escritor y periodista Sergio del Molino con su libro “La España Vacía. Viaje por un país que nunca fue”. Sin lugar a dudas referencia de estudiosos e inquietos por este asunto, donde pormenoriza en un híbrido de ensayo y novela, al mismo tiempo divulgativo y emotivo, los problemas globales de una forma de España a punto de desaparecer. Dice Del Molino en su libro: “Hay dos Españas, pero no son las de Machado. Hay una España urbana y europea, indistinguible en todos sus rasgos de cualquier sociedad urbana y europea, y una España interior y despoblada, que he llamado España vacía. La comunicación entre ambas ha sido y es difícil. A menudo, parecen países extranjeros el uno del otro. Y, sin embargo, la España urbana no se entiende sin la vacía. Los fantasmas de la segunda están en las casas de la primera”
En estos últimos años se han publicado muchos libros y novelas desarrollando los múltiples aspectos y matices que esa España Vaciada representa. No es un fenómeno editorial pasajero, pues se trata de esa España que llevamos en nuestro ADN, que conservamos en la memoria y con la que tenemos una gran responsabilidad, la de su subsistencia.
Este primer artículo al que llamaremos en adelante ARCADIA, sirve de presentación de este Medio de Comunicación www.vivetupueblo.es. Nuestro objetivo es dar a conocer los más de 540 municipios con menos de 50 habitantes que hay en toda España.
Una línea que entendemos como divisoria entre la vida y la desaparición. Joyas dignas de conocerse en muchos casos, reliquias de nuestra existencia, historia muchas veces viva de nuestros antepasados. Seres humanos que exigen nuestra atención. Cada uno de estos pequeños municipios son pedazos de nuestros abuelos, de nuestros padres. Riqueza de fauna y flora, de tareas agrícolas, de idiosincrasia en sus construcciones, una cultura que merece la pena ser conservada y conocida.
Dar un paseo por las páginas de www.vivetupueblo.es, os permitirá visitar pueblos y entornos naturales, saciar vuestras exigencias en los aspectos más fundamentales del turismo rural. Un conocimiento que suscitará la curiosidad de todos los que una vez fueron niños y niñas y trabajaron en sus campos, trillaron, regaron, escardaron, segaron, ordeñaron, en fin sufrieron y disfrutaron de una forma de vida que está comenzando a ser descubierta por las generaciones actuales.
También os encontraréis videos de paisajes y gentes, fotografías, entrevistas, hemeroteca y biblioteca especializada, blog, enlaces a centros oficiales, a páginas que pueden aumentar conocimientos y resolver necesidades…
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