Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) abordan en el Consejo informal que se celebra en Eslovenia el futuro del medio rural y la búsqueda del equilibrio con las zonas urbanas.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aboga por que la Unión Europea (UE) dedique una atención preferente a las zonas rurales e incluya a estas como objetivo de las políticas estratégicas, como el instrumento de recuperación o los fondos de cohesión, ya que la Política Agraria Común (PAC) no resulta suficiente por sí sola para dar respuestas satisfactorias a sus necesidades y aspiraciones de desarrollo.
El Consejo de ministros de Agricultura de la UE celebra entre hoy y mañana una sesión informal en Liubliana (Eslovenia) para debatir el documento «El diálogo entre las zonas urbanas y las zonas rurales». Esta reunión se inscribe en el proceso de conformación de un pacto europeo por las zonas rurales, uno de los compromisos de mandado adquirido por la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Layen. El pasado 30 de junio, la Comisión presentó una comunicación para establecer una visión para las zonas rurales europeas pare el horizonte de 2040. El documento contiene un planteamiento transversal, más allá del sector primario o agroalimentario.
En el consejo de Eslovenia, Planas pondrá de manifiesto algunos de los retos a los que se debe enfrentar el medio rural y ha hará referencia a la necesidad de mejorar en infraestructuras y servicios, educación, vivienda, sanidad y problemas sociales como la masculinización, el envejecimiento y la pérdida de población. El ministro recuerda que en el caso de España el 85 % del territorio es rural, pero solo acoge al 20 % de población, por lo que reducir esta brecha se ha convertido en una de las prioridades del Gobierno, que ha puesto en marcha un plan de actuación para la lucha contra el reto demográfico, labor que según el ministro requiere un esfuerzo sostenido y a largo plazo.
Las políticas de desarrollo rural y la PAC en general constituyen una herramienta imprescindible para el desarrollo económico y del tejido social del medio rural, pero insuficiente para atender todos los retos a los que tiene que hacer frente, explica Planas. Por ello insiste en la necesidad de que otras políticas de la UE contribuyan también a la cohesión social y territorial de las zonas rurales, y especialmente con la oportunidad que representa el instrumento de recuperación Next Generation. Una de las consecuencias de la crisis de la Covid-19 es un creciente interés de lo urbano por el medio rural, lo que supone oportunidades y desafíos.
Planas enfatiza dos retos concretos de las zonas rurales, que ya fueron objeto de debate el Consejo de Ministros en torno a la reforma de la PAC: la brecha de género y la digitalización. La masculinización y la falta de relevo generacional son consecuencia directa de la pérdida de población de los pueblos, por lo que, según el ministro, era muy importante que la PAC recogiera el enfoque de género entre sus objetivos específicos para que se puedan incluir medidas que fomenten la igualdad dentro del Plan Estratégico Nacional. «Sin mujeres no hay futuro en el medio rural», asevera.
En cuanto a la digitalización, una buena conectividad resulta imprescindible para que haya desarrollo económico y social y se puedan desarrollar proyectos tanto en el ámbito de la agricultura y la ganadería como en otros sectores. Planas recuerda que los planes del Gobierno tienen como objetivo que la banda ancha llegue a todo el territorio nacional en 2025.